El diafragma es una estructura de vital importancia y tiene un papel imprescindible para el funcionamiento del organismo. Es un músculo situado en la zona central del tronco, se encuentra dividiendo la cavidad torácica y la cavidad abdominal.
Tiene forma de cúpula y su función principal está en la RESPIRACIÓN, ayudando a que se de este proceso junto con otras estructuras. También juega un papel importante en el equilibrio de presiones, bombeo visceral…Trabaja las 24 horas del día sin descanso durante toda nuestra vida.

Tiene relación con gran variedad de estructuras del organismo tanto por su situación anatómica como por su fisiología corporal.
Entre las estructuras que están relacionadas con el diafragma encontramos el esófago, estómago, hígado, bazo, bases pulmonares, corazón, riñón
y glándulas suprarrenales, musculatura intercostal, musculatura del abdomen, relaciones fasciales.
Con respecto al marco óseo está relacionado con la columna vertebral
toracolumbar, las costillas y el esternón. Es atravesado por diversas estructuras, como el esófago, vena cava inferior, arteria aorta, cadena simpática, nervios esplácnicos, vena ácigos.

Cualquier tensión que se produzca en el diafragma puede alterar el funcionamiento de las diversas estructuras con las cuales está relacionado y viceversa. Podemos poner el ejemplo de una tensión diafragmática como consecuencia a una gastritis, algo frecuente en consulta.
La respiración es el primer vínculo que tenemos con la vida. Un adecuado funcionamiento del mecanismo respiratorio ayudará, entre otras cosas, a una mejora en la nutrición celular y una correcta oxigenación de los tejidos.

Sabemos la importancia del oxígeno para el desarrollo de la vida y de los seres vivos: todas las células del cuerpo humano necesitan energía para su desarrollo y mantenimiento. Dicha energía la obtienen de la combinación de distintas sustancias químicas con el oxígeno que obtenemos, entre otras cosas, a partir de la RESPIRACIÓN. Gracias a diversos mecanismos, el oxígeno es transportado hacia todas las células del cuerpo.
Respiramos para que todas las células puedan llevar a cabo todas las reacciones químicas que necesitamos, obtener energía y que cada tejido, cada órgano y todos nuestros sistemas interrelacionados entre sí puedan funcionar correctamente.
Algo significativo a saber es que todas y cada una de nuestras rutas neurológicas necesitan oxígeno. Un buen aporte de oxígeno acelerará y equilibrará las rutas neurológicas. Si nosotros no disponemos de una buena
oxigenación, nuestras rutas neuronales, entre otros procesos, se verán alteradas.

Por otra parte, si estamos revueltos, agitados, con incomodidad, en momentos de cambio, retracción o expansión por alguna situación, es una zona propensa a manifestar síntomas.
Nuestro estado emocional también tiene su papel en esta estructura.
Cuanto mejor oxigenados estemos y mayor libertad tenga el diafragma, mejor se realizarán todas las funciones y los procesos fisiológicos y químicos de nuestro organismo.
No se puede omitir esta estructura, si queremos hablar sobre salud y equilibrio. Teniendo en cuenta y cuidando el DIAFRAGMA, nuestra salud se verá beneficiada a gran escala.

Pablo García Reino
fisioterapeuta, osteopata y hiposis ERICKSONIANIA
terapeuta en Can Oliver